Carlos Vendrell Paradís (1835) estableció en una tienda de la modesta villa de Sans su taller de relojería, cuyo prestigio atrajo pronto una clientela bastante numerosa que le inducía a ejecutar lo que para él representaba un ambicioso proyecto: el montaje de un comercio de relojes.
Ese salto lo dio su hijo Jaime Vendrell en 1888 que trasladó el pequeño comercio de Sans para situarse en la burguesa calle Ample de Barcelona. Poco más tarde el comercio se trasladó a la calle Hospital a pocos metros de las Ramblas.
Uno de los Hijos de Jaime, Carlos Vendrell Paradís se independiza y abre su primer comercio en la calle Ferran nº 24 una de las calles más importantes en cuanto al comercio de la ciudad condal y otra en las Ramblas En frente del Teatro del Liceo.
Cabe destacar la visión comercial de Don Carlos, aunada con una ostensible modestia, laudables ambas en el comerciante de cualquier época y país abre un nuevo establecimiento que ya no llevaría el prestigioso nombre de su dueño; se llamaría ` Unión Suiza de relojería `. Este comercio situado en la calle Diagonal de Barcelona pasa a convertirse en un icono para toda Europa.
Carlos Vendrell Paradís se lanzó a la conquista del mercado español de relojes y nacía la empresa D.E.R.S.A "Distribuidora Española de Relojería" donde sirve a todos los relojeros de España marcas de prestigio que tiene en exclusiva.
En 1930 crea una marca en propiedad, la marca DUWARD, famosa más allá del ámbito de la nación y que en relativamente poco tiempo su propietario supo emplazar, favorecido por la indiscutible calidad del reloj.
Bajo la gerencia de sus tres hijos Jorge, Eduardo y Luis Vendrell la marca alcanzo un gran prestigio en toda España. Carlos Vendrell fallece en febrero del 68 y unos años después en la década de los 70 los hermanos deciden tomar diferentes caminos. Luis Vendrell se hace cargo de las tiendas de la familia y Jorge Vendrell Salvia de la marca Duward.
Actualmente Preside la empresa Jorge Vendrell Salvia que con la ayuda de sus hijos está llevando a cabo un ambicioso proyecto para actualizar la marca y reforzar el prestigio de la misma. Duward ha vestido las muñecas de más de tres generaciones a través de distintas colecciones en las que siempre ha prevalecido su apuesta por la calidad y el diseño.
Cálidos, elegantes, resistentes y artesanales los relojes Duward se han convertido en el complemento perfecto para crear un estilo único y genuino. Modelos sencillos, sin artificios y en los que la calidad de sus materiales y acabados cumplen los requisitos de los espíritus más exigentes.